El "maní pelado" se refiere al maní que ha sido despojado de su cáscara exterior, dejando solo el fruto comestible. Este maní pelado puede encontrarse en diversas formas: crudo, tostado, salado o dulce. Es ampliamente utilizado en cocina y repostería, así como en la elaboración de productos como mantequilla de maní. Su sabor es más suave y su textura más agradable cuando está pelado, facilitando su inclusión en una amplia gama de recetas.